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AngelO Contreras
Emprendedor, Hombre de Familia y de Dios

Nací la madrugada de un 21 de abril de 1966, en la recién democratizada República Dominicana. Fui el primogénito de un hombre de negocios y una joven enfermera, que con apenas 18 años ya se encargaría de guiar y llenar de amores al que hoy escribe todo esto con esmero. Mi madre convencida de las desventajas que en muchas formas por el sistema sub-desarrollado de nuestra muy querida República Dominica tomó la dura decisión de emigrar a los Estados Unidos de Norte América.
Ya en suelo Norteamericano, trabajó incansablemente para mandarnos todo lo que pudiera para nuestro sustento y traernos con ella lo más pronto posible!
Me acuerdo la mañana en la que llegué. Fría mañana de un otoño precoz, en la que todo me pareció mágico y fabuloso, pero a la verdad el día a día me enseñaría lo que todo esto significaría, que había que trabajar con dedicación y firmeza de corazón. Instruido por mi padre hombre de negocios, mi visión fue la de tener mi propia fuente de ingresos, la cual pude realizar unos años más tarde!
Con la gracia del Dios todo poderoso forjé mi primer negocio, el cual me enseño lo importante de la planificación y la organización con la que debe de contar cualquier emprendedor efectivo. En la compañía de mi hermano y un amigo logramos realizar un sueño apreciado y por mucho tiempo anhelado, la Musica arropó nuestras almas y fundamos una compañía de producción de música de la cual surgieron varios proyectos entre los cuales el mejor y más trascendental, la orquesta Arena Fina.
Luego entre otros negocios me dediqué al del servicio en varias áreas, como la gastronomía la cual me dio tantas satisfacciones. Luego cautivado por la idea de poder brindar a mi prójimo su más alta realización, el poder ser dueño de su propia casa, incursioné en el mundo del Real State, a lo cual me dedico con orgullo.
Y no podría dejar de mencionar la fe que arropa mi alma y ha transformado mi vida que es verdaderamente el combustible de todo mi ánimo y lo que le ha dado directriz a mi peregrinaje, y sin el Evangelio de Jesucristo en mi corazón por la gracia de Dios todopoderoso no sería lo que soy.
Hoy realizando para mí una de las más importantes empresas de la cual yo pueda ser partícipe, por hacer realidad uno de mis grandes sueños, el de poder escribir. Y expresando de todo corazón y con belleza literaria lo que Dios en su misericordia me permite percibir y entender de todas las cosas que me rodean.
Dándole gracias a ustedes, pero sobre todo dándole gracias a Dios!
Dios los bendiga!